Licencia de Primera Ocupación para viviendas antiguas, ¿qué es y cuándo sacarla?

Adquirir un inmueble conlleva siempre efectuar una serie de documentación y de licencias imprescindibles de carácter obligatorio. Y es que lo cierto es que muchas veces puede resultar algo caótico determinar qué tipo de licencia necesitas para tu vivienda o, incluso, cómo obtener la licencia para una vivienda, pero no desesperes porque es más fácil de lo que parece.

En este artículo hemos preparado una pequeña guía con la que pretendemos transmitirte la información más relevante relacionada con las licencias de ocupación para que puedas entender cómo obtener la licencia de primera ocupación para viviendas antiguas, qué diferencia existe entre la licencia de primera ocupación y la licencia de segunda ocupación, qué documentos hacen falta para tramitar la licencia de primera ocupación y si es legal o no vivir en una casa sin la licencia de primera ocupación, entre otros asuntos similares.

¿Qué es la Licencia de Primera Ocupación para viviendas antiguas?

La licencia de primera ocupación es un documento que tiene carácter administrativo y que suele pedirse a los ayuntamientos para que sirva como una acreditación de que el mueble ha sido diseñado y construido en condiciones totalmente favorables para la inserción de una familia.

Hablamos, pues, de que este documento de carácter legal actúa como un certificado frente a los servicios públicos y que permiten la contratación de agua, gas, luz, Internet, entre otros, además de acreditar que el uso residencial en dicha propiedad es totalmente legal, pues dictamina que se cumplen en todo momento los criterios de seguridad, de higiene, de salubridad, urbanísticos y ambientales.

Con todo esto, la licencia de primera ocupación es especialmente importante en el caso de las viviendas antiguas, ya que, aunque esta sirve también para inmuebles recién creados, se requiere especialmente en situaciones en las que el inmueble haya sufrido cambios considerables en su estructura, configuración o propósito, de modo que, por ejemplo, una reforma integral supondría la necesidad de volver a obtener una licencia de primera ocupación.

Esto significa que al alterarse este tipo de construcción se modifica por completo la estructura del edificio, y lo que podría entenderse como una licencia de segunda ocupación pasa entenderse como una licencia de primera ocupación para viviendas antiguas, pues se debe valorar un inmueble, a ojos de la ley, completamente nuevo, ya que se debe estudiar su estructura.

¿Qué diferencia hay entre la Licencia de Primera Ocupación y la Licencia de Segunda Ocupación?

Debido a las peculiaridades que hemos mencionado en el párrafo anterior, existe mucha duda entre los ciudadanos a la hora de tener que renovar la licencia de segunda ocupación o, en su lugar, de tener que tramitar una licencia de primera ocupación, por lo que venimos a aclarar cuál es la diferencia entre estos dos tipos de licencias y cuándo necesitas una licencia primera ocupación y cuándo realizar una licencia de segunda ocupación en función del tipo de vivienda.

Así pues, a la hora de hablar de la obtención de la licencia de primera ocupación tenemos que mencionar que se concede a todas las viviendas de nueva construcción y finalización de obras. De la misma forma, también puede obtenerse este tipo de permiso para todas aquellas viviendas antiguas que fueran construidas en su día sin haber obtenido dicho permiso. De esta manera, entra dentro de esta categoría una casa vieja, por lo que, a la hora de legalizar la habitabilidad de una vivienda antigua, tendrá que obtenerse una licencia de primera ocupación.

Por contra, si hablamos de la licencia de segunda ocupación, esta hace únicamente referencia al proceso de renovar la licencia original de una vivienda. Por tanto, no tiene nada que ver una licencia con otra, ya que esta licencia de segunda ocupación es un proceso muchísimo más rápido y sencillo y que necesitará tramitarse solo una vez que hayan pasado los 10 años desde la solicitud de la licencia de primera ocupación de dicha vivienda. Al final, la licencia  de segunda ocupación no analiza el inmueble estructuralmente, sino que únicamente renueva la acreditación de que era licencia continúa siendo habitable.

Es por este motivo que la licencia de segunda ocupación deberá obtenerse en un momento en el que se tenga que contratar nuevos suministros de gas, electricidad o agua, en el caso de que el dueño anterior haya dado dichos servicios de baja. También será imprescindible si se lleva a cabo una transmisión de la propiedad o, lo que es lo mismo, la compraventa de dicha vivienda, ya que con el cambio de titular tendrá que solicitarse una nueva licencia.

En el caso de que necesites obtener la licencia para un inmueble y todavía no tengas claro qué licencia debes solicitar, nuestra mejor recomendación es que te pongas en contacto con los profesionales de la empresa arkespai.compues hablamos de un equipo de arquitectos profesionales que se especializa en la obtención de certificados y de licencias relacionados con la legalización de la vivienda. Así que ellos sí serán capaces de determinar qué tipo de licencia vas a necesitar solicitar para tu vivienda antigua y de ayudarte a tramitarla sin ningún tipo de problema.

¿Qué pasa si una casa antigua no tiene licencia de primera ocupación?

Existen algunos casos de viviendas antiguas que no cuentan con la licencia de primera ocupación, tal y como hemos mencionado. Esto supone un problema, ya que, a día de hoy, no es legal vivir en una casa que no cuente con una licencia de primera ocupación, por lo que lo primero que habrá que hacer a la hora de buscar habitar dicho inmueble será redactar un expediente de legalización para regularizar la situación de dicha vivienda con la finalidad de solicitar la licencia de primera ocupación.

Esto es imprescindible, no solo para actuar bajo el marco de la legalidad española, sino porque, en el caso de que la vivienda no cuente con la licencia de ocupación correspondiente, será imposible buscar ayuda financiera, como, por ejemplo, pedir una hipoteca al banco. Además, cuando una casa antigua no disponga de la licencia de primera ocupación, tampoco podrá contratar ningún tipo de servicio de suministros; es decir, que no podrá contar con agua, luz, gas, electricidad o Internet, así que realmente la habitabilidad de la vivienda será nula.

Aun con todo esto en mente, es importante tener en cuenta que no todas las viviendas son legalizables, ya que, quizás, si dicha casa antigua no obtuvo la licencia de primera ocupación en su momento es porque no cumplía con los requisitos; así que, antes de pasar por todo el proceso de solicitud de la licencia de primera ocupación, vale la pena evaluar si dicho inmueble está adecuado a las condiciones habitabilidad que solicita la ley.

Con todo esto se puede concluir que, aunque es posible que se venda una casa antigua sin la licencia de primera ocupación, no se puede habitar en ella sin dicho documento, pues, de nuevo, será imposible llevar a cabo una vida bajo las condiciones de habitabilidad que establece la ley como mínimamente seguras.

De esta forma, una vez que se entienda que dicha casa antigua no cuenta con una licencia de primera ocupación, habrá que acudir al Ayuntamiento correspondiente dentro de la comunidad autónoma y solicitar esta licencia de ocupación para poder entrar a vivir en dicha vivienda de forma legal y segura.

¿Qué se necesita para obtener la Licencia de Primera Ocupación en una vivienda antigua?

Ahora bien, para poder legalizar la vivienda tendrás que cumplir una serie de requisitos y realizar una serie de papeleos con los que al final conseguirás acreditar esta licencia de primera ocupación en tu vivienda antigua. Tal y como te dejamos a continuación, tendrás que recopilar los siguientes documentos y llevarlos al Ayuntamiento correspondiente, donde, a su vez, deberás presentar el expediente de legalización.

  • La fotocopia del DNI o el CIF del solicitante.
  • El certificado de finalización de las obras, siempre firmado por responsables.
  • El justificante del pago de las tasas de dicha licencia.
  • El formulario de la solicitud de la licencia de primera ocupación que proporciona la entidad correspondiente según la Comunidad Autónoma.
  • La licencia municipal de obra mayor.
  • El Libro del Edificio de la vivienda.
  • La acreditación de viviendas de protección oficial, si se diese el caso de que la vivienda encaje dentro de esta categoría.
  • El acta de recepción definitiva de obras, excepto en las viviendas unifamiliares.
  • El certificado de instalación eléctrica, así como también el de protección contra incendios del edificio al que pertenezca la vivienda.
  • El boletín de instalación y de protocolo de telecomunicaciones.

Con todos estos documentos, habrá que acudir al Ayuntamiento y entregar la solicitud de la licencia de primera ocupación. El propio Ayuntamiento se pondrá en contacto contigo para comunicarte que la licencia ha sido concedida o, en el caso de necesitar algún otro documento adicional, también te avisará para que puedas aportar la información que falte y se pueda continuar con la tramitación correspondiente.

Generalmente, este proceso de obtención de la licencia de primera ocupación conlleva un periodo largo, pero suele acaparar un máximo de 3 meses hasta que la administración municipal termine los procesos y contacte contigo para darte los permisos finales oficiales de la licencia de primera ocupación.