Aunque el frigorífico se trate de uno de los electrodomésticos más usados en nuestros hogares, es cierto que la gran mayoría descuida su limpieza, algo que no solo afecta al funcionamiento del aparato en cuestión, sino que también puede causar problemas de salud a toda tu familia y a ti. Para que puedas respirar tranquilo, sabiendo que almacenas tu comida en un sitio limpio e higiénico y que además te va a durar muchos años, te vamos a dar una serie de consejos para que sepas cómo mantener y limpiar de forma correcta tu frigorífico.
Pasos para limpiar correctamente tu nevera
Para conseguir una limpieza óptima en tu frigorífico necesitarás seguir una serie de pasos que te ayudarán a mantenerlo todo como el primer día. En primer lugar, lo que deberás de hacer es desconectar o desenchufar el electrodoméstico de la electricidad. A veces la toma se encuentra en la parte trasera del aparato y por lo tanto, tendrás que moverlo de donde se encuentra, siendo habitual que esté encajonado. Por este motivo es importante que podáis hacerlo entre dos personas, ya que suele pesar bastante.
Además de por seguridad, desconectar la nevera tiene otra función que nos han comentado los técnicos profesionales de ServicedeAsistencia, y es que si la vacías con las puertas abiertas estarás consumiendo mucha energía, algo que a la larga se verá reflejado en la factura de la luz.
Una vez que has conseguido desenchufarlo, te recomendamos que vayas colocando paños o incluso toallas en la parte baja del aparato, puesto que, por norma general, el hielo se descongelará y podrá terminar en el suelo de la cocina.
Vaciando el frigorífico
Tendrás que sacar todos los alimentos que tengas en la nevera y también en el congelador en el caso de que tengas un combi. Nuestra recomendación frente a esto es que, si tienes pensado realizar un mantenimiento y limpieza a tu frigorífico, seas previsor, gastando primero todos los alimentos que tengas en el congelador, ya que, una vez que los hayas sacado y hayan pasado un tiempo fuera, descongelándose, no se podrán volver a congelar puesto que habrán roto la cadena de frío. Por eso, si tienes pensado hacer esta operación, consume antes lo que tengas y así habrá menos que retirar. Muchas personas también lo que hacen es hacer muchos cubitos de hielo o comprar bolsas de hielo para que los alimentos estén conservados. Nosotros te decimos algunos consejos y ya eliges la técnica que más te gusta de todas.
Limpieza de los cajones y baldas
Lo siguiente que tienes que hacer es desmontar los cajones que tengas tanto en la zona superior que suele ser la de nevera y también la inferior o de congelador. Quita todo lo que puedas, desde estos elementos hasta las baldas, o incluso las estanterías que se encontrarán en la puerta del frigorífico para que puedas limpiarlo todo mucho mejor. Una vez que lo tienes todo sacado, lo que tendrás que hacer con productos de limpieza será lavarlas a conciencia, a veces se quedan restos de comida en los cajones que producen olores y peor aún, que pueden provocar que las bacterias campen a sus anchas, por lo que te recomendamos que lo dejes todo perfecto. Los productos más aconsejables son los quitagrasas o incluso vinagre, ya que actuará rápidamente en estas manchas.
Limpieza de la parte interior y exterior
Ahora viene el trabajo más duro, puesto que se trata de lo más complicado de limpiar y que requerirá más tiempo. En el mercado existen muchos limpiadores químicos que funcionan muy bien, pero que en ocasiones pueden provocar olores no muy agradables cuando abres la nevera, por lo que los especialistas recomiendan que se limpie todo con una bayeta o paño húmedo con agua y bicarbonato. El bicarbonato conseguirá “rascar” la suciedad, consiguiendo por lo tanto que la suciedad pueda eliminarse con mayor facilidad. Esto tendrás que hacerlo en todas las partes del frigorífico, usando también si quieres, vinagre y limón para además desinfectar. Cuando termines de hacer esta operación, toma un paño seco y sécalo todo muy bien para que no queden resto de los productos que has utilizado.
Una de las partes más complejas es la parte trasera de la nevera, recomendándote que lo limpies con mucha paciencia, ya que las bobinas son un elemento muy importante y que no deberás de dañar. Puedes usar una aspiradora para realizar la limpieza, pero siempre usando la mínima potencia y usándola a una distancia prudente. Si ves que han quedado algunos restos, lo mejor es que uses un pincel o brocha que tenga las cerdas blandas con el fin de no dañar piezas importantes.
Una vez que hayas hecho todas estas tareas, será el momento de barrer muy bien la superficie donde colocas el frigorífico, como también de toda la cocina, puesto que seguro se habrá llenado de mucho polvo acumulado. Una vez hecho esto, y que sepas que la nevera esté seca, podrás conectarla de nuevo y colocar todas las piezas.