Las piscinas de acero son unas de las piscinas menos conocidas, aunque poco a poco están teniendo mucha más fama y son más las personas que desean instalarlas en sus jardines o espacios al aire libre ya que cuentan con un coste mucho más reducido que las piscinas de obra, pero también cuentan con una resistencia mayor que las de plástico, ya bien sea este duro o más blando. En este artículo queremos que conozcas todos los tipos de piscinas de acero existen, como también cuánto cuesta aproximadamente tener una en tu vivienda y sobre todo, cómo instalarlas sin que te sea una misión imposible.
¿Qué son las piscinas de acero y qué tipos existen?
Como puedes imaginar por su denominación, las piscinas de acero son aquellas que su estructura está realizada casi por completo de acero inoxidable, teniendo tan solo una serie de partes que pueden estar realizadas de PVC o incluso de cerámica, en el caso de que en el interior se le quiera colocar este elemento para embellecer, pero tanto se use como si no, el elemento principal de estas piscinas es el acero, consiguiendo crear un lugar muy resistente, de muy poco peso y que su instalación no va a ser demasiado compleja.
Una de las ventajas que vas a encontrar a la hora de comprar una piscina de acero, es que gracias a su estructura, puedes elegir de diferentes tipos, sin que exista prácticamente limitación. Pudiendo elegir un modelo rectangular, otro cuadrado o incluso circular, ya que las placas de acero que la forman pueden amoldarse al aspecto que el cliente elige, aunque por lo general se usan las que hemos nombrado, es decir, las que tienen forma de círculo, las rectangulares y las cuadradas.
Ventajas de las piscinas de acero inoxidable
Los beneficios de las piscinas de acero son innumerables, siendo la más primordial su resistencia frente a otras desmontables o que cuentan con paredes de poliéster o plástico duro. En el caso del poliéster, aunque son mucho más económicas, pueden terminar desgastando el material las inclemencias del tiempo como el calor y las altas temperaturas, resecando el tejido y creando grietas. De igual modo un simple pinchazo puede ocasionar que termine toda el agua fuera de la piscina, ya que la raja se ampliará por el propio peso, siendo preferible el uso de las piscinas de acero al contar con una durabilidad mayor. En este artículo especializado en piscinas de acero desmontables y que puedes leer en este enlace https://www.piscinasathena.com/tienda/piscinas-desmontables/acero/ puedes encontrar muchas más ventajas sobre el uso de piscinas de acero.
Si tuviéramos que comparar las piscinas de acero inoxidable con las de obra u hormigón, nos encontraríamos con que son más estables, más fáciles de colocar y sobre todo, que al ser más ligeras que las de obra, se pueden colocar incluso en un ático y disfrutarlas sin que haya riesgo de desprendimiento. Por otro lado, si compras una prefabricada, te encontrarás con que tienes que transportarla con una grúa o un gran camión que debe dejar la piscina en su lugar, sin embargo, las de acero vienen en láminas que habrá que montar.
¿Cuánto cuesta una piscina de acero?
El coste es mucho más bajo de lo que puedes imaginar, pero sobre todo va a venir determinado por las dimensiones de la propia piscina que hayas adquirido. Por lo general, si lo que buscas es un modelo pequeño en el que te puedas relajar en el agua, sin dar largos y en la que podáis introduciros cuatro adultos sin mucho movimiento, puedes encontrar piscinas que rondarán los 400 euros aproximadamente, mientras que si lo que deseas es algo más amplio, siempre puedes encontrar aquellas que llegarán hasta los 2000 o 3000 euros aproximadamente, aunque como decimos, las dimensiones van a cambiar y en estos casos la piscina será de muy buen tamaño.
Cabe destacar que la durabilidad de estas piscinas es excelente, siendo mucho más duraderas que las de plástico y sin necesitar tantas obras ni tampoco tanto mantenimiento como las prefabricadas, por lo que merece la pena esta inversión.
¿Cómo instalar una piscina de acero inoxidable?
La instalación de las piscinas de acero puede requerir un tiempo de un par de días en los casos en los que la piscina sea más pequeña o incluso una semana en modelos más grandes. Para instalarla se necesita seguir a raja tabla las indicaciones del fabricante, soliendo estar las instrucciones cuando recibes el pedido, ya que de no seguir lo que se te indica podrás tener más adelante problemas de fugas de agua u otros inconvenientes.
Por este motivo lo que tienes que hacer cuando recibas tu piscina es clasificar las piezas según te indica el manual, identificando cada una de ellas para luego, ir poco a poco para que todo quede en perfectas condiciones. Cualquier persona puede instalar una en su jardín dedicándole un poco de su tiempo para luego disfrutar de este lugar con la familia o con los amigos, pero como comentamos, es necesario tener todo bajo control y seguir las indicaciones y si se tiene alguna duda, preguntar al fabricante o al vendedor.