El púrpura es un color que suele asociarse a la realeza y la aristocracia, desde tiempos antiguos. Reconocido como un color de moda en el mundo de la pasarela, este tono traspasa límites y ofrece numerosas ventajas para la decoración de interiores.
Descanso, meditación y ambientes propicios para el trabajo intelectual son algunas de las actividades que se asocian con el color púrpura. De igual forma, dicho color se relaciona con el sexo femenino, un dato que no se debe desestimar a la hora de pintar paredes o elegir objetos.
Calidez y limpieza también se relacionan con el color púrpura; es por esa razón que energizan las habitaciones femeninas, dormitorios matrimoniales y espacios de trabajo.
Investigaciones realizadas demostraron que el púrpura es un color relacionado con las relaciones sexuales, por lo que las parejas cuyos cuartos lucían ese tono tenían más sexo que las con dormitorios grises.
El púrpura es un color adecuado para todos los estilos decorativos, va de lo clásico a lo formal y hasta lo más vanguardista. Se reconoce además que tiende a dar mayores dimensiones a las paredes.
COMBINANDO EL PÚRPURA
La mejor forma de combinar el color púrpura tanto en prendas de vestir como en accesorios e interiores es hacerlo cono tonos que se encuentren dentro de su misma gama cromática, dígase el violeta, el lila y el morado.
Asimismo, es aceptable la combinación de púrpura con los blancos, verdes claros, beige y amarillos.
Equilibrar el color conferirá un clima agradable dentro de la habitación. Se trata de repetir el color púrpura de las paredes en detalles de la decoración, por ejemplo en los almohadones, búcaros o cortinas.