Influencia de la decoración infantil en los bebés

Influencia de la decoración infantil en los bebés

El dormitorio es, por excelencia, el lugar que más hacemos propio en el hogar. Es por ello que a la hora de decorarlo se intenta satisfacer los principales gustos estéticos de cada quien.

A la hora de decorar un cuarto para niños es importante pensar en la influencia positiva o negativa que esto pueda traer consigo. Y es que se trata de decorar un espacio que no solo contribuya a la relajación del pequeño sino que potencie sus habilidades y fortalezca su intelecto.

Organización, aspecto esencial

De tal forma, se recomienda emplear en la decoración de las habitaciones de los niños cestos u otros organizadores para que el niño coloque sus juguetes y artículos de higiene.

Las paredes de estos cuartos deben estar cubiertas con tapices donde se mezcle estampado y lizo para evitar las saturación visual. Asimismo, otra alternativa de decoración la suponen los colores llamativos y figuras de animales, globos, etc.

Influencia de los colores

En la habitación de un niño el uso de los colores es importante no solo desde lo estético sino por lo que ellos pueden influir en el estado anímico del pequeño y su desarrollo psicológico y motriz.

En este sentido, debes conocer que los tonos azules y verdes contribuyen a la relajación del niño, y por tanto a su descanso. El blanco inyecta positividad en el niño, al tiempo que los marrones, grises y negros provocan el efecto contrario, como podemos leer en este artículo de cómo decorar habitaciones de bebés.

También se recomienda evitar el color rojo en la habitación de los niños pues puede alterarlos y potenciar conductas agresivas. En el polo contrario a este color se halla el amarillo que favorece el desarrollo intelectual y la concentración cuando se usa de forma racional y en detalles. Se dice que los niños que duermen en habitaciones con colores amarrillos subidos lloran más.

Consejos para la habitación de las niñas

Para la habitación de las niñas se recomienda el color rosado no solo por lo femenino que es sino porque transmite ternura, bondad, relajación y actitudes positivas.

De igual forma, el cuarto de dormitorio de un niño debe estar bien iluminado mientras este permanezca despierto para transmitirle sensación de amplitud en la habitación, limpieza y tranquilidad. En cambio, durante el sueño del niño es mejor encender una luz tenue en lugar de dejar la habitación a oscuras.

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